DOMINGO VI DE PASCUA

CICLO B

JESÚS ES LA EXPRESIÓN DEL AMOR MÁS GRANDE.


“Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos”. (Jn 15,9-17)
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud. Éste es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido, soy yo quien os he elegido y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo dé. Esto os mando: que os améis unos a otros."




Cuento: “El ruiseñor y la rosa”:

un joven estudiante se lamentaba de no encontrar una rosa roja en su jardín, su amada le exigía una rosa roja para asistir a la fiesta que el príncipe organizaba. Él joven estudiante se decía si lo llevo una rosa roja, bailara conmigo hasta el amanecer y si no, no se fijara en mí. Una lagartija se burló y se rió al verlo llorar tendido en el césped. El ruiseñor desde su nido de un árbol lo oyó y dijo he aquí el verdadero enamorado.

Y de pronto voló y atravesó el jardín, vio un hermoso rosal y se posó en una ramita, y le dijo dame una rosa roja y te cantare mis canciones más dulces , mis rosas son blancas respondió el rosal, ve a mi hermano que esta junto al viejo reloj, y voló el ruiseñor al otro rosal y le dijo, dame una rosa roja, mis rosas son amarillas contestó, ve a mí hermano que crece debajo de la ventana del estudiante, voló inmediatamente el ruiseñor y llegando le grito dame una rosa roja, y te cantare mis canciones más dulces, mis rosas son rojas respondió, pero el invierno a helado mis venas y no tendré más rosas durante este año. Y no hay forma de conseguirlo dijo el ruiseñor, si hay una respondió el rosal y añadió, al claro de la luna debes cantar con el pecho apoyado en mis espinas, y toda la noche; las espinas atravesaran tu corazón, tu sangre correrá por mis venas y así formare una rosa roja con tu sangre. El ruiseñor aceptó el sacrificio. Y luego voló por el jardín y ahí vio al joven que permanecía llorando sobre el césped. Y le dijo Sé feliz; tendrás tu rosa roja. La crearé con notas de música al claro de luna y la teñiré con la sangre de mi propio corazón, solo te pido que seas un verdadero enamorado, él joven estudiante lo escuchó y no comprendió, y se dijo el ruiseñor comprenderá los sentimientos, me temo que no y entró a su habitación.

El árbol que lo entendió todo, le pidió al ruiseñor que le cantase su última canción, y el ruiseñor cantó su última canción. Cuando la luna alumbraba el ruiseñor voló desde su árbol al rosal y apoyo su pecho sobre las espinas y empezó a cantar, en lo más alto del rosal apareció una rosa pálida; apriétate más le dijo el rosal, y el ruiseñor se apretó más, y empezó a enrojecer la rosa; pero no era suficiente, las espinas no habían llegado al corazón del ruiseñor. Apriétate más le volvió a decir el rosal, o amanecerá antes de terminar de hacer la rosa. Y el ruiseñor se aprieto más, hasta llegar las espinas a su corazón y cuanto mayor era su dolor, más fuerte cantaba y lentamente moría y la rosa enrojeció como la rosa de bengala.

Al día siguiente, al mediodía el joven abrió su ventana y vio una rosa roja que jamás en su vida había visto, lo cogió y se lo llevó a su amada; ésta la despreció por que solo era una simple rosa y no tenía valor, como el regalo de joyas que le regalo el sobrino del chambelán. Él joven le dijo ingrata, y arrojó la rosa en un arroyo y un pesado carro lo aplastó, y se regresó a su casa, y cogiendo un libro se puso a leer. El gesto del ruiseñor fue olvidado, con una frialdad total, y mucho peor fue invalorado.

“Y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros como oblación y víctima de suave aroma” . (Ef 5,2)


Guión Litúrgico:

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