DOMINGO VI DE PASCUA

CICLO C

JESÚS NOS ENVÍA EL ESPÍRITU SANTO


“El Espíritu Santo os irá recordando todo lo que os he dicho” (Jn 14,23-29).
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: "Me voy y vuelvo a vuestro lado." Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo."




Cuento: “Dibujos animados”

"Había una vez unos dibujos que vivían inmóviles en las páginas de un cuaderno viejo. Uno era un tigre, con sus franjas de colores, otro era una pequeña hormiga colorada, de esas que pican fuerte, y por último se encontraba Rita, una nena de unos diez años.

Los tres estaban fijos, en medio de un jardín zoológico, también dibujado, pero quieto.

Rita, con sus ojos grandes, miraba al tigre, mientras la hormiguita estaba sobre uno de los pies de Rita.

Por años y años esta imagen permaneció congelada, siempre igual, y los dibujos estaban ya cansados y aburridos.

A veces, el tigre soñaba con que se movía, retornaba a la selva y corría junto a otros animales en libertad.

Rita, por otra parte, sentía interés por mirar otras cosas, pero sus ojos no podían apartarse del tigre; y la hormiguita estaba cansada de estar a punto de picar a Rita durante tantos años y no poder hacerlo.

Un día, llegó al lugar un hombre que se dedicaba a realizar películas infantiles y se puso a hojear el viejo cuaderno. Al encontrarse con los dibujos, se sorprendió de lo bien hechos que estaban, de lo simpáticos que eran y de las posibilidades de vida que parecían tener a pesar de su quietud.

Entonces decidió darles animación y convirtió a los personajes de nuestra historia en "dibujos animados". Y fue como si les hubiera dado un corazón.

Ahora podían hacer mas cosas, podían vivir otras historias y alegrar con ellas a muchos niños de distintos puntos del planeta. Así es como nuestros amigos se sintieron llenos de vida y pudieron hacer realidad sus sueños".

“Pido que Dios les ilumine la mente, para que sepan cuál es la esperanza a la que han sido llamados, cuán gloriosa y rica es la herencia que Dios da a los que pertenecen a su pueblo” (Ef 1,18).


Guión Litúrgico:

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