DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO

CICLO C

JESÚS NOS INVITA A SER FELICES


“Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios.” (Lc 6,17.20-26).
En aquel tiempo, bajó Jesús del monte con los Doce y se paró en un llano, con un grupo grande de discípulos y de pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.

Él, levantando los ojos hacia sus discípulos, les dijo: "Dichosos los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.

Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados.

Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis.

Dichosos vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas.

Pero, ¡ay de vosotros, los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque haréis duelo y lloraréis.

¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas."




Cuento: “Mecánico del alma”:

Una vez iba un hombre en su auto por una larga y muy solitaria carretera cuando de pronto su auto comenzó a detenerse hasta quedar estático. El conductor bajó, lo revisó, trató de averiguar lo que tenía.

En ese momento, apareció otro automóvil, del cual bajó un señor a ofrecerle ayuda. El dueño del primer auto dijo:

– Mire, este es mi vehículo de toda la vida, lo conozco como la palma de mi mano. No creo que usted, sin ser el dueño, pueda o sepa hacer algo.

El otro hombre insistió con una cierta sonrisa, hasta que finalmente el primero dijo:

–Está bien, haga el intento, pero no creo que pueda, pues este es mi auto.

El segundo señor echó manos a la obra y en pocos minutos encontró el daño que tenía el auto y pudo arrancarlo.

El primer hombre quedó atónito y preguntó:

– ¿Cómo pudo arreglar el fallo si es mi auto?

El segundo contestó:

– Verá, mi nombre es Felix Wankel… (Ingeniero alemán –agosto 1902/octubre 1988-, inventor del motor rotativo Wankel; un diseño de motor a explosión sin cilindros que constituye una significativa mejora sobre los diseños tradicionales). Yo inventé el motor rotativo que usa su auto.

Cuántas veces decimos: Esta es MI vida; este es MI destino; esta es MI casa… ¡Déjenme a mí, sólo yo puedo resolver construir mi destino y mi felicidad…

Pero… Te voy a hacer unas preguntas:

¿Quién hizo la vida?

¿Quién hizo el tiempo?

¿Quién creó la familia?

Sólo aquel que es el autor de la vida y el amor, puede ayudarte cuando te quedes tirado en la carretera de la vida. Sólo aquel que te creó puede decirte exactamente en qué consiste la FELICIDAD y cuál es el camino para hallarla. ¡Confía en Él!.

“…Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios”. (Lc 6,20)


Guión Litúrgico:

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