DOMINGO XIV DEL TIEMPO ORDINARIO

CICLO A 09.07.2017

JESÚS NOS INVITA A DESCANSAR EN ÉL.


“Encontraréis vuestro descanso”. (Mt 11,25-30)
En aquel tiempo, exclamó Jesús: "Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera."




Cuento: “Escogiendo mi cruz”:

Cuentan que un hombre un día le dijo a Jesús:

- "Señor: ya estoy cansado de llevar la misma cruz en mi hombro, es muy pesada y muy grande para mi estatura".

Jesús amablemente le dijo:

- "Si crees que es mucho para ti, entra en ese cuarto y elige la cruz que más se adapte a ti"

El hombre entró y vio una cruz pequeña, pero muy pesada que se le encajaba en el hombro y le lastimaba, buscó otra pero era muy grande y muy liviana y le hacía estorbo, tomó otra pero era de un material que raspaba, buscó otra, y otra, y otra.... hasta que llegó a una que sintió que se adaptaba a él. Salió muy contento y dijo:

- "Señor, he encontrado la que más se adapta a mi, muchas gracias por el cambio que me permitiste".

Jesús le mira sonriendo y le dice:

- "No tienes nada que agradecer, has tomado exactamente la misma cruz que traías, tu nombre está inscrito en ella. Mi Padre no permite más de lo que no puedas soportar porque te ama y tiene un plan perfecto para tu vida"

Muchas veces nos podemos sentir cansados y agobiados, porque la vida soñada no viene y los esfuerzos de cada jornada parecen inútiles. A veces no se sabe por qué causa uno está harto de casi todo. Los días son demasiado iguales y pesan demasiado; en estas circunstancias es preciso pensar bien, alcanzar el conocimiento de la gran revelación que hace Jesús, para encontrar rumbo a la propia existencia, que ha sido salvada por el yugo suave de la cruz.

“Entonces, dijo Jesús a sus discípulos: ‘Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”. (Mt 16,24).


Guión Litúrgico:

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