DOMINGO XXV DEL TIEMPO ORDINARIO

CICLO B

JESÚS NOS ENSEÑA QUIÉN ES EL PRIMERO EN EL REINO DE DIOS


“Quien quiera ser el primero, que sea el servidor de todos”. (Mc 9,30-37)
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará." Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó: "¿De qué discutíais por el camino?" Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó llamó a los Doce y les dijo: "Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos." Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: "El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado."




Cuento: “El rey al revés”

Hace mucho tiempo atrás, vivió un rey. Él no era un rey común. Era diferente de los otros reyes porque hacía todas las cosas al revés de los otros reyes. Desde el día en que nació, se sabía que este rey sería diferente a los demás. La mayoría de los reyes nacen, generalmente, en un palacio, pero este rey nació en un establo rodeado por burritos, ovejas y vacas. No fue un buen comienzo para un rey. De hecho, pocas personas supieron que un rey había nacido. Sólo un grupo de pastores y tres hombres sabios supieron que un rey había nacido.

A medida que el niño rey crecía hasta ser hombre, continuó siendo diferente de los otros reyes. Mientras que la mayoría de los reyes utilizaban su tiempo para conseguir más riquezas de plata, oro y joyas, este rey no tenía ninguna posesión. Mientras la mayoría de los reyes se rodeaban de siervos, Él escogió ser siervo. Muchas veces se le encontraba ayudando a otros.

Según pasaba el tiempo, las personas se molestaron con este Rey pues no actuaba en la forma en que ellos pensaban que un rey debía actuar. En lugar de cabalgar en un caballo blanco como lo hacían los otros reyes, su rey entró a un pueblo sobre la espalda de un burro. ¿Qué forma de actuar el rey era esa?

¡Y las personas que escogió para ser sus amigos! Sus amigos más cercanos eran un grupo que pescadores con el olor peculiar de ellos, y frecuentemente se le veía visitando a los pobres y comiendo con los pecadores.

Finalmente el pueblo decidió que había soportado por mucho tiempo a este Rey. Si Él no podía actuar de la manera en que un rey debía hacerlo, entonces no deseaban que fuera su rey. Planificaron arrestarlo y ponerlo en prisión.

Su plan trabajó. Cuando llegó el día de su juicio, el Rey se puso frente a la gente. En lugar de decir: "¡Viva el Rey! ¡Larga vida para el rey! Decían "¡Crucifíquenle! ¡Él no es nuestro rey! ¡Crucifíquenle!" Así que crucificaron al rey. Lo crucificaron poniéndole clavos en sus manos, una corona hecha con espinas en su cabeza, hiriéndole con una lanza y burlándose de Él. ¡Qué forma de morir un rey! Después de ser crucificado, llevaron su cuerpo a una tumba prestada.

¡Espera! Ese no es el final de la historia. Recuerda…¡este Rey era diferente! El Rey al revés se levantó de la tumba para vivir por siempre. Ahora, en lugar de ser el Rey Al Revés, es el Rey para Siempre. Él es Rey de todos aquellos que le escojan como Rey. Oh, todavía hay personas que le llaman el "Rey Al Revés" pero aquellos que le conocen no le llaman así…¡le llaman el Rey Jesús!

“Si alguno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos”. (Mc 9,35)


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